Dirigida a Juan Sebastián Casallas
Reinel docente de la Universidad Santo Tomás de Aquino.
¿Desde
su experiencia de vida ha participado en la política?
Como persona del común no me encuentro
activo en la política, ni hago parte de un partido político, en algún momento
de mi vida quise estar involucrado en algo, tuve la intención de participar en
marchas, pero existe una resistencia propia a las marchas, debido a que muchas
veces terminan siendo un montón de personas que no saben qué es lo que quieren,
y pues como dice Maquiavelo uno puede pelear por lo que quiere, pero muchas
veces todos terminan convirtiéndose en un simple tumulto, de hecho a veces el
mismo poder es el que organiza o desorganiza estas masas para conseguir lo que
quieren, pero como individuo/ciudadano trato de mantenerme al tanto de los
hechos que suceden.
¿Cree
que estos tumultos influyen a que exista un desorden en la política o a que
estos gobiernos no sean transparentes?
Yo creo que es una relación complicada,
porque cuando las personas realizan marchas es porque ya es momento, es porque
la situación es inaguantable, un caso ejemplar es Venezuela, las personas no
van a trabajar porque ya no hay productos, porque ya no es sustentable la vida
allí; el problema está en qué nos motiva marchar, si nos motiva a marchar la
responsabilidad en que estamos en desacuerdo, está completamente justificado,
pero si seguimos esas marchas por líderes que las promueven, el pueblo se
convierte en un instrumento del poder.
Siendo
así, ¿piensa usted que el gobierno actual está haciendo esfuerzos para
disminuir la corrupción en el país?
El gobierno actual tiene como bandera la
paz, o al menos esa era su meta, debido a lo complicado que es manejar este
tema por lo amplio, gestión, administración, siendo así, la corrupción no ha
sido el centro de este gobierno, la corrupción está siendo socavada por el
protagonismo de la paz. Pero hemos visto que a partir del caso de Odebrecht
es que se ha trabajado un poco este tema, pero este no es el único problema, el
problema es que se nos ha vuelto cotidiano ver la corrupción en el gobierno,
desde las chuzadas hasta casos de corrupción en nuestros gobiernos o que los
mismos políticos se vean involucrados en casos como el de Odebrecht.
Por
eso pienso que nosotros como ciudadanos no podemos exigir que no exista la
corrupción cuando desde un principio la estamos permitiendo y hasta
participamos y promovemos ello, además muchas veces somos corruptos con
acciones mínimas que hacemos.
Sí, es importante lo que acaba de
mencionar, porque uno no puede exigirle a unos pocos, la democracia trata de
que todos nos hagamos responsables de este barco que podemos llamar Colombia en
este caso.
Aunque
usted no es de Villavicencio, ¿podría hacer una comparación entre el gobierno
de la ciudad y el de Bogotá (su ciudad)?
En realidad, soy muy nuevo en esta ciudad,
así que no conozco mucho, pero los pocos comentarios que he escuchado es que no
existe una política, en el sentido clásico del término, sino que existe la
politiquería; en Bogotá venimos de varios periodos marcados por la corrupción y
los escándalos y se ha vuelto más una sucesión de actos de desaprobación, se
desaprueba siempre al que está en el mandato y no se ha progresado, la ciudad
ha ido en picada, un ejemplo es el transporte que cada vez está peor, entre
esos problemas de mandato está el caso de Moreno, Petro y actualmente Peñalosa (la
gente ya no aprueba a Peñalosa).
Pero
eso también está relacionado con la tradición del colombiano de votar por
conveniencia propia, porque sigue un partido político o por otras razones, y es
que los colombianos no leemos las propuestas de quien nos van a representar y
estos actos de corrupción resultan siendo muchas veces producto de lo que
hacemos mal democráticamente como pueblo, aunque obviamente no se justifica que
estos políticos actúen indebidamente por así decirlo.
Allí volvemos a lo que mencionaba
anteriormente, y es que hay que tomar un sentido de pertenencia a la
democracia, el ciudadano debe comprometerse en el tejido social y hacerse
responsable de por quién se va a votar, y no porque hay una imagen en la
familia o porque nos dieron lechona o un tamal, y es verdad que esto sigue
ocurriendo, aunque no lo creamos la gente termina regalando su voto.
Ese
es el mayor problema de la corrupción, nosotros la promovemos básicamente y
todo lo que sucede es como una reciprocidad o consecuencia de nuestras
decisiones tomadas.
Voy a agregar un matiz, yo creo que todos
somos responsables de cierta manera, pero podríamos decir que existe algo que
relaciona todo y es la historia del país, en la cual ha existido un dominio
territorial, siempre se ha visto esa ambición de controlar, y es que hay muchas
líneas de continuidad ligadas con la política, existen familias que han
pervivido con poder desde hace mucho tiempo y siempre han estado en el poder y
quién sabe hasta cuándo lo mantengan, y esto también sucede porque muchas veces
solo pensamos en nosotros y no en los demás y así es difícil que una sociedad
progrese.
Si
todos hemos visto que la corrupción ha venido surgiendo, ¿por qué cree que no
se da el denuncio a la corrupción, que factores podrían estar influenciando?
Uno es el poder y la violencia que se ha
ejercido en el mismo país, y aunque hay otros factores pienso que podríamos
resumir esto en una sola palabra “i m p u n i d a d”, es la falta de reacción
hacia las malas acciones que realizan las personas corruptas, no decimos nada
porque muchas veces vivimos concentrados en nosotros mismos, y no nos importa
lo que haga el otro, aunque hagan malas acciones frente a nosotros, y
básicamente se protegen a estos personajes y seguirán estando protegidos, y si
ellos siguen en la impunidad, el país va a seguir igual, tenemos es que
movernos y decir cuando estas acciones no van con nuestra política de manera
correcta.
¿Cree
que la formación de la persona se involucra con los actos de la persona o si la
ética está relacionada con la política?
Sí, yo creo que están demasiados
relacionados, de hecho, creo que las dos son fundamentales para lo comprensión
de lo que somos nosotros como seres, y es que el trato que nos dan y el que
hacemos, moldean nuestra manera de actuar, así que debemos ver que el otros
también siente, pero cuando estamos pequeños nos enseñan básicamente a ser
individualistas y a pasar por encima del otro y pensar solo en que debemos
triunfar; y en la política se ve así, siempre se quiere destruir la imagen del
otro y eso dice mucho de nuestra educación. Creo que lo mejor es siempre hablar
y llegar a acuerdos.
Desde su perspectiva,
¿cuál cree que es la mejor vía para disminuir la impunidad, la ineficiencia y
la corrupción, en base a sus conocimientos y experiencias?
Pues más que una solución, son recomendaciones recopilando
todo lo que hemos hablado, la primera es que deberíamos comunicarle a todas las
personas que su voz importa, que su voto importa, la segunda sería la educación
que es igual o más importante porque nuestra voz importa, pero debe decir algo, debe estar argumentada o tener un
punto de vista, lo tercero sería decirle
al otro cuando hace algo mal de manera constructiva, no dejar pasar esos actos
que llamamos malos, y finalmente trabajar a partir de nuestra historia, no
copiar modelos de otros países, porque nuestra historia es otra.
Sí, yo pienso que una
de las razones por las que se podría considerar que no progresamos es que
seguimos modelos extranjeros y no vemos nuestra historia, no vemos que nuestra
cultura y civilización es distinta a las demás y debemos construirla nosotros
mismo sin copias o visiones fantasiosas.
En ultimas todo esto se convierte en un desafío y es hacer un
esfuerzo para poder continuar juntos y valorar o darnos cuenta que lo
colombiano no siempre es malo (es algo propio).
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http://blog.iese.edu/
http://elpais.com/elpais/2013/
https://www.euroresidentes.
BIBLIOGRAFIA
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